“Mexico 86”: la soledad de nuestros ideales
- hogarbrussels
- 16 abr
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Tras un preestreno en el festival Kinolatino, «México 86», la nueva película de César Díaz, llega oficialmente a los cines de Bruselas este miércoles. En su segundo largometraje, el director belga-guatemalteco rinde homenaje a su madre, interpretada por una magistral Bérénice Béjo. En «México 86», Díaz nos acerca a su historia familiar de sacrificio y lucha por los ideales.

Ciudad de México, 1986. La ciudad, aún devastada por las secuelas del terremoto del 85, se reconstruye lo mejor que puede para acoger la Copa del Mundo de fútbol. En esta ciudad se refugió María, una activista revolucionaria guatemalteca que tuvo que huir de su país de la noche a la mañana bajo la presión de la dictadura militar. Diez años después de su llegada a México, su hijo, al que había dejado con su madre en Guatemala, viene a vivir con ella.
¿Cómo proteger a su familia sin dejar de ser fiel a sus ideales? Esta es la pregunta central de la película de Díaz, que nos sumerge tanto en la Historia guatemalteca como en su propia historia personal. Entre 1960 y 1996, Guatemala fue gobernada por una dictadura militar que forzaba a sus opositores a la cárcel, la muerte o el exilio. Más de 200.000 personas fueron asesinadas durante este oscuro periodo en el país centroamericano. Los opositores al régimen que huyeron pudieron dejar a sus hijos en un sistema de «colmenas» en Cuba, donde se refugiaron los hijos de opositores políticos a los regímenes militares de toda América Latina.
El personaje de Bérénice Béjo, al igual que la madre del director, se niega a tomar esta decisión y deja a su hijo en el círculo familiar de Guatemala. Es en el reencuentro, diez años más tarde, cuando la activista se da cuenta de las consecuencias de esta elección. Y aquí es donde la película de César Díaz es particularmente poderosa. No es una película sobre la dictadura o la resistencia. Es una película sobre la soledad de nuestras elecciones y nuestros ideales.
Desde el principio, María vive una vida sobre la que, en última instancia, tiene muy poco control. Se ve obligada a exiliarse, a dejar atrás a su hijo y a seguir las órdenes de la organización a la que pertenece. En defensa de sus convicciones, de la justicia social y de la solidaridad, pone en peligro su vida y la de su familia. Su activismo impide que su hijo viva la vida de un niño, privado de fotos de su madre y de fiestas de cumpleaños públicas. Le enseñan a mentir para sobrevivir, a utilizar identidades falsas y a esconderse de los disparos en la calle.
«México 86» se basa libremente en la infancia de César Díaz, que ya se había sumergido en el tema de la dictadura guatemalteca en su primera película, Nuestras Madres, que ganó el premio Cámara de Oro en Cannes. Cuando sólo tenía tres años, la madre de César Díaz huyó a México. Él se quedó en Guatemala con su abuela hasta que, a los once años, se reencontró con una mujer que no conocía. Es este encuentro entre estos dos extraños, entre estos dos mundos, lo que nos ofrece la película. Son personajes solitarios, enfrascados en ideales de los que ya no pueden desprenderse después de haber aceptado tantos sacrificios. A la vez una valentia digna de admiración y un egoísmo por sus seres queridos. Una lucha por la libertad de un pueblo con consecuencias trascendentales para la vida personal de sus protagonistas.
«México 86» se estrena hoy en cines. En sus redes sociales, Hogar.Brussels regala entradas para la proyección que elijas.
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